Viplena x 30 tabletas
BENEFICIOS: VIPLENA es una asociación de vitaminas y minerales, entre los cuales está presente el ácido fólico; el hierro en forma de bisglicinato ferroso y de forma única y exclusiva se le han adicionado ácidos grasos poliinsaturados que contienen DHA y EPA. El VIPLENA tiene muchas características que lo hacen sobresalir frente a otros complementos multivitamínicos prenatales.
Ácido fólico: La concentración de ácido fólico es de 1000 mcgr. Esta dosis es ideal para prevenir defectos del tubo neural.
Bisglicinato ferroso: El bisglicinato ferroso al 20%, equivale a 19 mg de hierro elemental. Es una forma quelada del hierro. Este hierro está ligado a aminoácidos mediante uniones iónicas en el grupo carboxilo, y uniones coordinadas con el grupo amino, estableciendo así un doble anillo heterocíclico entre el átomo de hierro y las dos moléculas de aminoácido. Esta forma de hierro ofrece una alta solubilidad que le confieren un muy buen perfil organoléptico y una baja reactividad con factores inhibición/absorción y nutrientes presentes en los alimentos. Al tener neutralizadas las valencias del hierro, se protege la superficie gastrointestinal de la irritación, tan comúnmente vista con otras formas de hierro.
Omegas – DHA y EPA: Los expertos de la Comisión Europea de Proyectos de Investigación Perinatal y Metabolismo de lípidos, European Commission Research Projects Perinatal Lipid Metabolism and Early Nutrition Programming (EARNEST); www.metabolic-programming.org o www.perilip.org, opinan que la inclusión de DHA en multivitamínicos prenatales sería pertinente para garantizar el desarrollo óptimo de la salud de la madre y el infante.
En la madre el DHA prolonga la gestación y marginalmente el peso al nacer, reduciendo el riesgo de parto pretérmino, adicionalmente disminuye marginalmente la prevalencia de depresión postparto.
En el feto la suplencia de DHA favorece el crecimiento fetal y es indispensable en este periodo donde hay el mayor crecimiento y desarrollo neuronal. Durante el embarazo los n-3 son incorporados en el cerebro fetal y los lípidos de la retina. El DHA en particular, es requerido fisiológicamente para el desarrollo óptimo y funcionamiento del sistema nervioso central. Parece ser que en niños pretérmino, la adición de PUFAs n-3 mejoran la atención visual y el desarrollo cognitivo comparados con los que no lo recibieron. Los infantes a término necesitan de una suplencia exógena de DHA para alcanzar niveles adecuados plasmáticos de PUFAs, en comparación a los niños alimentados con solo seno. Casi la mitad de los estudios hechos con PUFAs han encontrado efectos benéficos sobre las funciones visuales, mentales, y psicomotoras del recién nacido.
Los omega 3, pero especialmente el DHA, es un componente crítico de las membranas celulares. La acumulación de DHA se inicia en útero, con un marcado depósito hacia la segunda mitad de la gestación y continúa después del nacimiento. El DHA es un componente fundamental de los lípidos de la retina, correspondiendo casi a un 50% de los ácidos grasos totales de conos y bastones.
Se requieren niveles plasmáticos maternos de omega-3, DHA y EPA, pero el aporte necesariamente debe ser de una fuente exógena pues los ácidos grasos omega 3 son esenciales, es decir, el organismo no los puede producir y entonces la única fuente es la dieta (suplementos o alimentos ricos en PUFAs).
Adicionalmente, está demostrado que de la sangre materna pasan los PUFAS, n-3 DHA y EPA, por la placenta al feto y en los lactantes, se aportan por la leche materna. Es decir que la vía oral es la manera lógica e ideal para suministrar PUFAs en esa etapa del desarrollo. De la dieta, el DHA y EPA pasan a la madre y ella los trasfiere al feto por vía placentaria, o al lactante por leche materna.
Si no hay aporte externo no habrá DHA ni EPA en la sangre materna ni en el feto o el lactante. En el recién nacido y antes del nacimiento las enzimas que hacen la elongación y desaturación para los PUFAs y que están presentes en el hígado, son inmaduras o están bajas. Así la cantidad de PUFAs presentes en el feto depende del consumo materno y del paso transplacentario. De ahí la importancia de la suplementación con la leche materna. Dado que los ácidos grasos poliinsaturados n-3 y n-6 predominantes en el cerebro son DHA y AA, es razonable considerar los efectos de la suplencia materna con DHA durante el embarazo y la lactancia para mejorar el desarrollo cognitivo.
La vía más predecible para incrementar un ácido graso de cadena larga n-3 en plasma, tejidos y leche materna es la suplencia de los ácidos grasos en la dieta.
Cada CÁPSULA de gelatina blanda contiene: Ácido fólico 1 mg
Ascorbato de sodio 47,7928 mg equivalente a: Ácido ascórbico 42 mg
Aceite de pescado 05/60 (Ocean Nutrition) 500 mg equivalente a: Ácido eicosapentaenóico (EPA) 25 mg, Acido docosahexaenóico (DHA) 300 mg, Carbonato de calcio pesado (40% de calcio) 300 mg equivalente a: Calcio 120 mg
Fluoruro de sodio 0,20 mg equivalente a: Fluor 90 mcg
Bisglicinato ferroso quelato 20% hierro 95,4762 mg equivalente a: Hierro 19 mg
Molibdato de sodio anhidro 0,1107 mg equivalente a: Molibdeno 51 mcg
Nicotinamida 8,189 mg
Óxido de zinc 80,35% Zn 0,25 mg equivalente a: Zinc 0,2 mg
Pantotenato de calcio 17,5 mg
Piridoxina clorhidrato (Vitamina B6) 1,05 mg
Riboflavina (Vitamina B2) 2,2 mg
Sulfato de cobre anhidro 2,517 mg equivalente a: Cobre 1 mg
Sulfato de magnesio anhidro 71 mg equivalente a: Magnesio 14 mg
Sulfato de manganeso monohidrato 3,1 mg equivalente a: Manganeso 1 mg
Sulfato de potasio anhidro 18 mg equivalente a: Potasio 8 mg
Sulfato de cobalto heptahidrato 0,24 mg equivalente a: Cobalto 50 mcg
Tiamina mononitrato 2,5 mg
Vitamina A palmitato (1700000 UI/g) 3,3 mg equivalente a: Vitamina A 5610 UI
Vitamina B12 (1:1000) 1,15 mg equivalente a: Vitamina B12 1,15 mcg
DL-Alfatocoferil acetato (vitamina E sintética) 10,5 mg equivalente a: Vitamina E 10,5 UI
Vitamina D3 1000000 UI/g 0,44 mg equivalente a: Vitamina D 440 UI
Hipersensibilidad conocida a alguno de los componentes de la fórmula.
Se ha revisado la literatura de los efectos adversos del DHA que se encuentran en la leche materna, aceites de algas o pescado sobre la función plaquetaria, los niveles de lípidos, el potencial oxidativo, el índice glicémico y el sistema inmune y no se asocia con efectos adversos en niños o adultos.
Se sabe que el DHA de la leche materna es seguro hasta por lo menos 315 mg al día en lactantes de 1 – 6 meses. El DHA a partir de algas en las evaluaciones de toxicidad de 90 días, es seguro a dosis hasta de 3290 mg/kg de peso corporal, y el DHA del aceite de pescado administrado a dosis de 1 – 7,5 g al día no se ha relacionado a eventos adversos.
Mecanismo de acción: En el sistema nervioso central, el DHA es un componente predominante de las membranas neuronales en el cerebro y la retina. El DHA tiene un efecto positivo sobre la fluidez y permeabilidad de las membranas celulares; estructura y cantidad de receptores; mediación de trasportadores de nutrientes; actividades enzimáticas; comunicación intercelular; y el microambiente de los fotoreceptores de la retina. Estos efectos sobre el sistema nervioso central, particularmente sobre el desarrollo y funcionamiento del cerebro y la retina, son responsables de los beneficios reportados en la maduración fetal, desarrollo infantil, y agudeza visual.
Esta lectura es solo una guía. Si tienes dudas sobre su salud, consulta con un médico o un especialista.